Las apuestas son el pasatiempo favorito para millones de personas en todo el mundo, y es que, los seres humanos, tendemos a sentir placer o disfrutar en todo tipo de actividades que impliquen un cierto grado de riesgo o prohibición.
Como todos sabemos las apuestas, son una forma de juego basado en el azar, en el cual deben existir al menos dos apostadores y unas reglas de antemano, en las que se expecifican cuáles son las ganancias y las pérdidas.
En toda apuesta tenemos la creencia de esperar obtener algun beneficio, de lo contrario perderemos lo apostado.
No todo el mundo está hecho para apostar, hay gente que lo lleva en la sangre y otra gente más conservadora que prefiere invertir su dinero en cosas que conlleven menos riesgo pero que den beneficios a largo plazo. Otros en cambio, están preparados para afrontar estos grandes riesgos con el propósito de ganar una cantidad de dinero considerablemente mayor a su apuesta de manera rápida.
Como todos sabemos, algunos juegos son puramente de azar, como la ruleta, en el que es imposible acertar donde caerá la bola, mientras que otros en cambio, como las apuestas deportivas, necesitan un gran conocimiento y dedicación.
Hay muchos factores que son los que nos llevan a apostar o podríamos decir que nos invitan sutílmente a ello. En primer lugar vamos ha hablar de las Casas de Apuestas y los Casinos, estos grandes monstruos que continuamente se publicitan a través de los distintos medios.
Este tipo de plataformas, aprovechan con la publicidad de famosos y te regalan hasta dinero para que apuestes y te vayas enganchando. Te ofrecen bonos de manera gratuita en las que debes realizar una serie de apuestas en un corto plazo de tiempo, con el fin de acostumbrarte a jugar con frecuencia, hasta que acabemos sintiendo una cierta dependencia.
Además estos lugares son de fácil accesibilidad, podemos acceder a ellos desde dónde queramos y cuándo queramos ya sea a través de un dispositivo móvil, ordenador o directamente acudiendo a un espacio físico. Como verás son muchas las comodidades que encontramos para realizar nuestras apuestas.
Pero ahora bien, ¿qué es lo que realmente nos llama a realizar estas apuestas?
El ser humano es competidor por naturaleza, nuestra mente está diseñada para “ganar”, ya sea un trabajo mejor, una casa mejor…. Siempre queremos más, pero si a esto le sumamos la posibilidad de poder ganar un dinerillo extra de manera rápida, ¿por qué no intentarlo?
Esto es lo que nosotros pensamos, la realidad probablemente sea que no ganemos nada y nos vayamos a casa con las manos vacias.
Si alguna vez has apostado, sabrás que cuánto más cerca estás de perderlo todo, más sentimos esas ganas de seguir apostando para recuperar las pérdidas.
Aunque debemos decir que no todo el mundo apuesta por dinero, hay gente que apuesta por el hecho de sentir esa sensación de emoción, de adrenalina, esa sensación que nos hace sentir grandes por un segundo.
Cuando apostamos, nuestro cuerpo libera una sustancia llamada “dopamina” que nos hace sentir una sensación muy placentera y es la que nos incita a seguir.
Las experiencias y el tipo de personalidad del individuo, tambien juegan un rol muy importante. Las personas que son adictas al juego, no pueden controlar sus impulsos de apostar y terminan perdiendo grandes cantidades de dinero, el trabajo o incluso la familia. Este tipo de personas habitualmente van ligadas a una trastorno mental o a una necesidad.
Un buen jugador entiende de probabilidades y está listo para apostar cuando la ocasión le parece propicia.
Si realmente sientes un problema con las apuestas, recuerda que es muy dificil ganar pero muy fácil perder. Esta bien divertirse por un rato, siempre y cuando seamos responsables con nuestras acciones.